¿Qué es un
Liberal?
Por Herbert W. Armstrong
DIOS DICE a Su Iglesia, a través del apóstol Pablo,“Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer.”
(1 Corintios 1.10).
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medio del apóstol Pablo, Dios le dice a Su Iglesia:
“Os
ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis
todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis
perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer”. (1
Corintios 1.10).
Esta sección sigue contando que la Iglesia en Corinto, tal como la
actual Iglesia de Dios, estaba siguiendo a varios hombres
con distintas doctrinas. Como muchos hoy, ellos se estaban olvidando
de que la CABEZA de la Iglesia
es Jesucristo, ¡que Cristo está VIVO
hoy día! ¡Que ÉL
realmente nos está guiando!
¡Satanás ha estado golpeando a la Iglesia y la Obra de Dios por
dentro y por fuera! Tal como Pablo dijo respecto a la Iglesia en Efeso:
“…de
vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas para
arrastrar tras sí a los discípulos”. (Hechos
20.30).
Lo
que le ocurrió a las Iglesias del primer siglo nos está sucediendo a
nosotros hoy. Los culpables de causar las divisiones están luchando contra
Dios y ¡serán juzgados por Él!
Mi hijo, Garner Ted cayó bajo la influencia de ciertos liberales que
lo rodeaban. Ya había mostrado antes de esto ciertas tendencias liberales.
Hubo algunos alrededor de él que se habían
propuesto
cambiar las doctrinas de la Iglesia de Dios y así diluir las VERDADES
de Dios. Me he enterado de que mi hijo fue conquistado por estas
influencias liberales y mundanas. Como él tenía el cargo de Vicepresidente
Ejecutivo y además, se aprovechó de esa autoridad para degradar de sus
puestos y alejar silenciosamente de la Jefatura a las personas que se mantenían
firmes en las doctrinas de Dios.
Mientras que yo seguía viajando alrededor del mundo y llevando el
Evangelio de Cristo, en forma gradual, sistemática y sutil, se iban diluyendo
las doctrinas,[2]
la Institución Ambassador se volvía
más secular,[3]
y así, estaban expulsando a Dios y a Cristo fuera de ella. También se había
montado una conspiración para
remover al apóstol de Cristo, a menos que si él no se amoldaba a los
conspiradores, debía morir.[4]
Las enseñanzas de la Iglesia se iban cambiando. El folleto más
productivo de todos, La
llave maestra de la Profecía
fue desvirtuado, reducido en su mayor parte y más tarde, sacado de circulación,
al igual que otros folletos sobre las verdades básicas escritas por el apóstol
de Dios.[5]
Este grupo de liberales se arrogaron la autoridad de establecer las
doctrinas en la Iglesia. El que escribió el Proyecto
Sistemático de Teología
más
tarde dijo: “Mi única meta en coordinar este proyecto era traer una
consistencia, estabilidad y unidad en las doctrinas para el ministerio”, es
decir, unidad en las doctrinas diluidas que ¡los ministros más antiguos y
leales no querían ni jamás aceptarían!
¡ESTO NO ERA UNIDAD, ERA DIVISIÓN!
Pero,
¿qué significa ser un liberal?
Entendamos lo que significa ser liberal en el sentido religioso: desde
el punto de vista de la Biblia.
¿Cuál es la diferencia básica
entre las enseñanzas del Antiguo Testamento y del Nuevo Testamento? Fue dada
la misma LEY
BÁSICA ESPIRITUAL en el Antiguo Testamento como en el Nuevo
Testamento, pero aún así, hay una gran diferencia. Noten cómo el apóstol
Pablo explicó esta gran diferencia: “(Dios)
el cual asimismo nos hizo ministros competentes de un Nuevo
pacto; no de la letra, sino del espíritu; porque la letra mata, mas el
espíritu vivifica”. (2 Corintios
3.6).
Es la misma ley ESPIRITUAL,
pero sin el Espíritu Santo el pueblo de Israel del Antiguo Testamento sólo
podía guardar en forma estricta la letra
de la ley de Dios, no podía guardarla por medio del ESPÍRITU
con la intención obvia
o según su principio.
Hace años atrás, por medio de una experiencia, Dios me mostró lo que
significaba la frase espíritu de
la ley. Beverly, mi hija mayor, estaba cursando su séptimo u octavo año en
la escuela. Era una buena lectora veloz. Un día, la profesora me envió una
comunicación donde me advertía que Beverly estaba leyendo demasiado y estaba
perjudicando su vista y su puntaje. Ella estaba trayendo libros sobre
historias románticas de la biblioteca de la escuela. Leía en la casa estos
libros en dos o tres noches. Le dije que debía dejar de traer y leer esos
libros de la biblioteca puesto que estaba dañando su vista y sus estudios.
La siguiente tarde noté que mi hija estaba leyendo un libro y que había
leído hasta la mitad.
Le pregunté, “¿Es éste otro de los libros románticos?” Me
contestó: “Sí, papá”. “¿No te dije que no debías traer esos libros
románticos?” Me contestó: “Sí, papá, pero me dijiste que no debía
traerlos de la biblioteca estudiantil, y te he obedecido. No lo traje de la
biblioteca, se lo pedí prestado a Elena”. Sí, ella obedeció en forma
estricta la letra de la ley, pero no su espíritu o la intención obvia.
Jesús nos entregó unos ejemplos del espíritu de la ley. Dijo: “Oísteis
que fue dicho a los antiguos: No matarás… pero yo os digo que cualquiera
que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio”. (Mateo
5.21-22).
Sobre
la forma de guardar la ley bajo el Antiguo Testamento, Cristo dijo:
“Oísteis
que fue dicho: No cometerás adulterio. Pero yo os digo que cualquiera que
mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón”. (Mateo
5.27-28).
El
ESPÍRITU de
la ley
La ley espiritual de Dios viene como un principio general, que según
su espíritu, abarca CADA circunstancia.
Dios desea que hoy día apliquemos ese principio a cada hecho. Se puede
resumir en “El
fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos;
porque esto es el todo del hombre”. (Eclesiastés
12.13).
La ley de Dios es un CAMINO DE
VIDA. Cubre EN PRINCIPIO todo
lo que existe, esto es, de acuerdo a su espíritu. Es una actitud
o la forma de ver las cosas.
Se puede resumir en UNA PALABRA:
AMOR. Esa palabra describe
un principio en qué consiste la
vida. Es el cauce por el cual fluye el amor hacia Dios y al hombre. Es el
camino del DAR en vez del OBTENER.
Entonces se magnifica en las dos grandes leyes, el amor hacia DIOS
y el amor hacia el prójimo. A la vez éstos se amplían en diez
Mandamientos expresan el principio del amor hacia Dios, y los últimos seis,
el principio del amor hacia el prójimo. Nos es ordenado que debemos amar a
Dios más que a uno mismo, con todo
nuestro corazón. Debemos a la vez amar a nuestro prójimo como, o igual que a
nosotros mismos.
Es
un principio, no cada detalle específico
En la Biblia, ¡Dios no escribe
cada detalle específico del PRINCIPIO
o el ESPÍRITU de Su Ley!
Él espera que cada uno de nosotros, con su Espíritu Santo, aplique
el principio a cada circunstancia, hecho o tema en cuestión. Todo el deber
del hombre es guardar la Ley de Dios EN
EL ESPÍRITU, mucho más allá del detalle específico de la letra. Esa
es la ACTITUD o el principio
detrás de la ley. La ley no detalla cada acción que debe hacer el hombre.
Reducido al denominador común más bajo, toda la ley se resume en una palabra;
AMOR.[6]
¿Cómo recibe la Iglesia de Dios sus doctrinas, creencias y enseñanzas?
En forma directa de Dios, por medio de los canales de Jesucristo, la CABEZA
de la Iglesia, y ¡por medio de Él a los
apóstoles! ¡Nunca por medio de otros! ¡Nunca a través de ministros que
se asignan a sí mismos como el Comité Doctrinal! Ese fue el patrón en el
primer siglo.
¿Cómo recibe la Iglesia de
Dios Universal sus doctrinas, creencias y enseñanzas? ¡EXCLUSIVAMENTE
POR MEDIO DEL APÓSTOL DE CRISTO! Sí, es verdad que uso el principio bíblico
de que “en
la multitud de consejeros hay seguridad”. (Proverbios
11.14).
En
muchas ocasiones, algunos de los ministros de mayor rango me han ayudado en
establecer doctrinas. ¡PERO CADA
DOCTRINA, CREENCIA Y ENSEÑANZA EN LA IGLESIA
DE DIOS UNIVERSAL HA VENIDO DE CRISTO POR
MEDIO DE SU APÓSTOL![7]
Ahora bien, por ejemplo, tenemos una enseñanza que el fumar es pecado.
¿Cómo llegó esta creencia a la Iglesia? Déjenme contarles. Hace cincuenta
y dos años atrás, al momento de mi conversión y bautismo, tenía que
decidir esta cuestión.
Había estado fumando, ¡créanlo o no! pero en forma liviana, uno, dos
o tres cigarrillos al día. Pero ahora tenía que decidir si era correcto o
no.
Adán y Eva tomaron para sí el conocimiento del bien y del mal. Solo DIOS
nos puede entregar ese entendimiento. Yo lo sabía. Lo tenía que
decidir para mí mismo, pero debía mirar a CRISTO,
la palabra de Dios, para la respuesta. Desde luego que entendía que en la
Biblia no aparecía nada específico sobre el fumar tabaco. Pero había
aprendido la verdad en (2.
Corintios 3.3);
de
que el pecado es la violación del principio
o la intención de la ley.
De modo que me pregunté, “¿Por qué fumo? ¿Para honrar o
glorificar a Dios?” La respuesta. ¡No! “¿Para expresar amor, o la
preocupación desinteresada hacia los demás?” Otra vez la respuesta es. ¡No!
Yo sabía que el humo afectaba adversamente a los demás. “¿Era para mi
propio bien, para mi salud u otra razón?” De nuevo la respuesta es: ¡No!
Aunque nadie sabía en ese entonces que el fumar es una de las causas
del cáncer, yo sí entendía que la función de los pulmones era filtrar las
impurezas de la sangre y expulsarlas por medio del aliento. También sabía
que inhalar el humo sólo tapaba más a los pulmones con impurezas y que impedía
el funcionamiento normal de ellos. Con cada indicación encontraba que el
fumar ¡iba en CONTRA del PRINCIPIO
de la LEY DE DIOS! Por
lo tanto, sabía que era un pecado y dejé de fumar, y no he vuelto a fumar en
estos últimos 52 años.
Ahora bien, si hubiera decidido de acuerdo a las normas que tienen
algunos ministros liberales que desean dictar las doctrinas, habría dicho:
“No existe en la Biblia ninguna LEY específica
contra el fumar”. Esa es la forma que razona un LIBERAL,
el que desea diluir la verdad de Dios y acercarse lo más posible al
mundo, que significa acercarse al camino de Satanás, pero todavía poder
entrar en el Reino de Dios.
Un liberal es el que tiene un ENFOQUE
DISTINTO que Dios sobre las cuestiones de la conducta humana, o
diferente a los que realmente han sido conquistados por el Espíritu Santo de
Dios.
¿Cuál
es la actitud de Dios?
¿Cuál es la ACTITUD de
Dios? ¿Desea Dios en realidad pecar, pero debido a que tiene el poder para
resistir, usa su fuerza de voluntad para no permitirse pecar? ¿No se puede
dar cuenta que para Dios el pecado es algo absolutamente ABORRECIBLE?
¡Dios NO DESEA PECAR! ¡No
tiene ningún deseo al respecto! ¡ÉL
ODIA AL PECADO! ¡No puede ser tentado por el pecado!
Dios ama y desea la justicia y la santidad. ¡Eso es lo que ÉL
AMA, DESEA Y HACE! ¡Escuchen, mis hijos en Cristo Jesús! ¿Desean
fumar, desean seguir al mundo en
sus caminos? ¿Es eso lo que realmente
desean hacer?
¿Tienen que resistir, tienen que usar su autodisciplina y su fuerza de
voluntad para evitar ir en el camino del mundo? Si es así, ¡todavía no han
sido CONQUISTADOS por el todo
amoroso Dios! Si es así, ¡aún no tienen la mente de Cristo ni Su actitud o
perspectiva respecto a los problemas o cuestiones! Si es así, ¡mejor es que
comiencen a TEMBLAR ante la
Palabra de Dios!
¿O tienen en verdad hambre y
sed por la JUSTICIA Y LA SANTIDAD de
Dios? ¡No se pueden tener ambas actitudes! ¡O tienen una o tienen la otra!
¿Cuál será? ¿Es Ud. como la Sra. Emma Smith, una de las personas
convertidas en 1.933 que integró la iglesia madre de la Iglesia
de Dios Universal? Un día vino a verme para contarme que su padre había
muerto y le había dejado algo de dinero. Me preguntó: “¿Cuánto necesito
de esto diezmar? No deseo diezmar más de lo que sea necesario para poder
entrar en el Reino de Dios”.
La
doctrina de Balaam
En su actitud y en principio, estaba actuando como Balaam, mencionado
como un hombre malvado en (Judas
11)
y
(Apocalipsis
2.14).
La
historia de Balaam se encuentra en (Números
22).
Era
un liberal, sólo quizás aún más. Los israelitas habían acampado en la
ribera oriental del río Jordán, cerca de Moab y Amón. Estaban justo al otro
lado de Jericó.
Balac, el rey de los moabitas, tenía temor de los israelitas pues eran
más numerosos que ellos. De modo que envió a unos mensajeros al hechicero
Balaam.
Un “padre” o líder religioso, con un soborno para que se quedara
con ellos esa noche. Balaam oró a Dios, pues sabía que no debía hacer algo
malo sin que Dios lo permitiera.
El punto es que Balaam deseaba el dinero que le habían traído los
mensajeros de Moab para maldecir a Israel. Deseaba ir tan lejos como fuera
permitido en el camino del OBTENER, aun
hasta hacer maldad. Pero sabía que su maldición contra Israel sería inútil
sin el permiso de Dios. Dios le dijo a Balaam: “…ni
maldigas al pueblo, porque bendito es”. (Números
22.12).
Hay
mucho más en la historia, pero el punto que quiero recalcar es la Actitud
de desear acercarse a la maldad lo más posible. En (Judas
11);
Dios
dice: “¡Ay
de ellos! Porque… se lanzaron por lucro en el error de Balaam…”
En
Apocalipsis,
Cristo le dijo a la Iglesia en Pérgamo: “Pero
tengo unas pocas cosas contra ti: Que tienes ahí a los que retienen la
doctrina de Balaam…” (Apocalipsis
2.14).
Cristo está ahora purgando fuera de Su Iglesia a los que “¡retienen
la doctrina de Balaam!” Balaam era un liberal. El liberal sigue también el
camino de Satanás.
La
actitud malvada de Satanás
“Un
día vinieron a presentarse delante del Eterno los hijos de Dios, entre los
cuales vino también Satanás… y el Eterno le dijo a Satanás: ¿No has
considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, perfecto y
recto?” (Job 1.6-8).
Satanás contestó que Job le servía por el interés propio, pues Dios
le había entregado toda la riqueza material. Pero si Dios permitía que le
quitaran todas sus posesiones, entonces vería como Job lo maldice. Dios le
contestó: “He
aquí, todo lo que tiene está en tu mano; solamente no pongas tu mano sobre
él”. (Job 1.12).
Satanás destruyó todas las posesiones de Job y hasta todos sus hijos
e hijas. Lo hizo mediante otros seres humanos. A pesar de toda la calamidad,
Job se mantuvo en su justicia y se negó a maldecir a Dios. Satanás lo intentó
de nuevo. Respondió que el hombre dará todo lo que tiene con tal de que
salve su vida. No obstante, si Dios lo permitiera, al quitarle la salud a Job,
vería entonces que Job lo maldice. Otra vez Dios se lo permite con tal que no
le tomara la vida.
¿Alguna vez ha tenido una úlcera o un furúnculo? Yo sí, una sola
vez, hace muchos años atrás y nunca lo he olvidado. El dolor era casi
insoportable. Y eso fue sólo un furúnculo. Job estaba cubierto con estos furúnculos
¡desde la coronilla hasta los pies! Sin embargo, aún se negaba maldecir a
Dios. Al final, Dios habló con Job El gran pecado de Job era uno que Satanás
no podía notar. Era la autojusticia. Cuando Dios le habló, entonces Job se
dio cuenta de su autojusticia y se arrepintió profundamente. Luego Dios le
restauró el doble de lo que había perdido.
El punto es que Satanás NO
PUEDE IR más lejos de lo que Dios le permite. Pero Satanás quería
causar el máximo de daño y maldad posible.
Esa ACTITUD de Satanás
es su maldad más grande. Él no tiene hambre y sed de la justicia de Dios. Sólo
guarda el deseo más profundo de hacer lo malo. ¡IR
EN CONTRA DE LA LEY AMOROSA Y JUSTA DE DIOS! Deseaba ir lo más lejos
posible en el camino de maldad y en contra del CAMINO
DE DIOS. Eso es lo que tiene en su corazón.
La
actitud liberal
¡El liberal, entre nosotros hoy día, desea OBTENER!
Desea OBTENER el Reino
de Dios, pero quiere a la vez
seguir en los caminos del mundo. ¡QUIERE
IR TAN LEJOS COMO DIOS LE PERMITE EN ESA DIRECCIÓN SIN PERDER LA ENTRADA A SU
REINO! ¡Pero el liberal se ha engañado a sí mismo! No creo que el
liberal realmente entienda su modo de pensar. Quiere en verdad conseguir
entrar en el Reino de Dios, desea RECIBIR
la recompensa eterna de la felicidad, el gozo y la vida eterna en forma
segura. Pero a la vez todavía quiere mantenerse cerca de los caminos del
mundo.
No desea diezmar, salvo que, contra sus mejores argumentos, encuentre
en forma ESPECÍFICA una ley
que lo obligue a hacerlo. Desea
poder votar, por lo menos en las elecciones locales. Ese argumento se me
planteó respecto a nuestro plantel universitario en Big Sandy. Las personas
de la Iglesia que viven allí son más numerosas que el resto del poblado, y
“Si (y qué tan grande es esa pequeña palabra ‘si’) no votan ellos,
pueden incorporar el plantel dentro del distrito y se tendría que pagar
impuestos más altos”.
Nunca se les ocurre a estas personas liberales que CRISTO
es el que resuelve nuestros problemas, y ¡no tenemos que ir en contra
de SU ACTITUD!
Tal como la Sra. Emma Smith, que era demasiado nueva como una hija de
Cristo y no había crecido lo suficiente en su gracia y conocimiento, como
Balaam, como Satanás, el liberal quiere saber cuán cerca puede acercarse al
precipicio sin caerse y perder la vida eterna. Tal como la madre Eva, usan el raciocinio
humano para justificar la parte ESPIRITUAL
de la Ley de Dios. Desea sólo guardar la letra estricta, ¡pero
no según el espíritu! En su corazón, el liberal desea “acomodarse”
en parte a los caminos de este mundo.
¿Cuál
es la mente de Cristo?
Dios dice: “Haya,
pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús”. (Filipenses
2.5).
¿Qué
es la mente de Cristo? ¿Cuál es Su actitud, Su enfoque al examinar y decidir
todas las cuestiones? Como he mencionado antes, ¿QUIERE
ÉL realmente PECAR, ir
en contra de Su Ley, pero debido a Su poder sobrehumano, logra resistirse?
Sabemos que nunca pecó. Pero ¿por qué? ¿Porque contaba con un poder
supremo para contenerse? MIL VECES, ¡NO!
El Cristo viviente nunca pecó porque ¡no
deseaba pecar! ¿Qué significa tener la mente de Cristo dentro de
nosotros? Es la mente que ABORRECE el
pecado, que AMA la justicia. ¡Es
una cuestión de ACTITUD! ¡El
liberal no tiene hambre y sed de JUSTICIA!
Quiere aflojar lo más posible respecto a la Ley de Dios.
Desea hacer lo mínimo
requerido para recibir el don de la vida eterna. Aún no ha removido enteramente
la actitud del OBTENER y no ha
asimilado todavía la actitud del DAR.
Es Satanás quien engaña y pone en muchas mentes humanas el DESEO
de ir tan lejos posible en este mundo como piensa que Dios le permite,
y así entra la VANIDAD y el INTELECTUALISMO,[8]
la
vanidad mental. Pero el tener la ACTITUD
del “ESPÍRITU DE LA LEY es
tener ¡la actitud de la mente de Cristo!”þ
[1]
Adviértase
que en inglés, la palabra
“liberal”
significa: la persona que diluye los principios bíblicos al acercarse más
y más a los valores falsos del mundo y produce lo que Dios considera la
aborrecible tibieza espiritual.
[2]
Diluir,
es echar un poco de agua y pierde fuerza y crece en tamaño.
[3]
Del
mundo.
[4]
Esperaban
que muriera el señor Armstrong.
[5]
Todo
esto ha vuelto a pasar exactamente en nuestros tiempos.
[6]
Dios
da el principio del espíritu tras el Sábado. Así podemos ver el descanso
y la santa convocación que es estar presentes con la Iglesia. La actitud
del liberal es esperar que esté todo escrito y no es la actitud de amor.
[7]
Aquí
vemos que Cristo le entregó las verdades fundamentales a su apóstol el señor
Armstrong. Los que seguían como sucesores tendrían la responsabilidad de administrar
estas enseñanzas pero no tenían la autoridad para descartarlas, como
sucedió con sus sucesores.
[8]
Carnal
y secular.